Susana Trimarco es una genia: pasó de la total miseria a hacerse multimillonaria gracias a los aportes que recibe por parte del Estado Nacional, que se suman a los que le envían diversas provincias e incluso los que le depositan desde el exterior (EEUU, España, Francia y Alemania). Esa millonada de plata es aportada en el marco de su lucha contra la trata de personas, para que sostenga la estructura de su fundación. Sin embargo, Trimarco ha usado esos fondos a efectos de mejorar su pasar económico, donde no faltan choferes, guardaespaldas, 4 x 4 y viajes al exterior. Como se dijo, una verdadera genia. Hubo un atisbo hace dos años por parte de una legisladora tucumana de Cambiemos de hurgar en sus cuentas, ya que se hacía evidente que su nivel de vida se sostenía solamente con fondos del Estado. Ego, de todos los ciudadanos. La mujer se llama Silvia Elías de Pérez y sus sospechas la llevaron a concluir que Trimarco comenzó a recibir fondos millonarios en el preciso momento en que empezó a acompañar la campaña para “democratizar la Justicia” y al grupo de fiscales, magistrados y abogados que integran la agrupación “Justicia Legítima”. Por caso, en el año 2009 la Fundación María de los Ángeles recibió $318.946,22; en 2010 el gobierno nacional le otorgó un total de $448.102,31 y en 2011, una suma similar al año anterior, $499.274. Esos fondos aumentaron en 2012 a $1.200.000. En 2013 el Estado Nacional destinó a la fundación $4.005.620. Esto se produjo en la misma época en que Trimarco se acercó al kirchnerismo. A partir de ese momento los aportes del gobierno nacional fueron en aumento. En 2014, recibió $9.250.000 y en 2015 la administración de Cristina Elisabet Kirchner le giró a Trimarco $23.330.348. Lo curioso es que, a la hora de dar cuenta de ese dinero, la madre de Marita Verón aportó tickets de compras de perfumes, otros de supermercados, carnicerías, ferreterías, estaciones de servicio, facturas de telefonía celular sin identificar a quienes pertenecían las líneas; todos pagados en efectivo y sin ninguna referencia que permita acreditar que fueron hechos por la Fundación María de los Ángeles. No hace falta mencionar que se trata de todos sus gastos personales. De acuerdo con una auditoría contable que se hizo a esta última entidad, las erogaciones no son rendidas conforme al presupuesto y en orden cronológico. “A través de esta maniobra la fundación presentó los mismos comprobantes en varias rendiciones de cuentas. La Jefatura de Gabinete detectó y rechazó los comprobantes. Así ocurrió en la rendición de gastos de abril de este año (2016) donde el órgano de control del Gobierno Nacional observó comprobantes por un monto total de $51.125,21”, según publicó oportunamente el portal Infobae. Según el colega Fabio Ferrer, que tuvo acceso a los documentos de marras, “la entidad que preside Trimarco no cumple con los plazos de rendición de cuentas establecidos en los convenios suscriptos con el gobierno nacional. En varios de los expedientes lo hace en forma parcial quedando cifras millonarias pendientes de rendición”. A pesar de lo antedicho, de todas las irregularidades y mentiras —empezando por la falaz historia de que Marita Verón fue secuestrada por un grupo de proxenetas— el macrismo decidió aportarle a Trimarco 9,3 millones de pesos. La transferencia habría ocurrido el pasado 8 de junio último, según refiere el portal tucumano Contexto, añadiendo un dato interesante: “Cuando gobernaba Cristina Kirchner, los radicales Silvia Elías y José Cano lideraban las críticas contra los subsidios monumentales del gobierno nacional y de José Alperovich para la fundación de Trimarco. Elías y Cano presentaban pedidos de informes y sembraban dudas sobre el destino del dinero enviado a Trimarco. Ahora mantienen un llamativo silencio sobre el tema”. El dato es real, ya que este cronista jamás logró que Silvia Elías le devolviera los llamados. Una sola vez —hace tres semanas— la senadora atendió el teléfono de quien escribe estas líneas y le pidió que lo llame al día siguiente. Nunca más volvió a hacerlo. A esta altura debe recordarse que Trimarco, no solo no rinde cuentas de la millonada de dinero referido —otra vez, de todos los ciudadanos— sino que además nunca devolvió los 5 millones de pesos que embolsó para hacer viviendas que nunca se construyeron. También es plata del Estado. ¿Cómo puede explicar Mauricio Macri semejante incongruencia? ¿A título de qué le están bajando dinero a la madre de Marita Verón? ¿No es sintomático que se lo haga con total reserva? El portal Contexto puntualiza incluso sobre un tópico que es más que atendible: “Lo más extraño es que la actitud del Presidente y su jefe de Gabinete Marcos Peña hacia Trimarco no es acompañada por los simpatizantes de Cambiemos. La mujer solo recoge duras recriminaciones por parte el electorado que apoyó a Macri y José Cano en 2015”. ¿Cómo explicar semejante incongruencia? La actitud del macrismo no tiene explicación alguna, salvo que se recuerde aquella célebre frase de Francisco de Quevedo: “La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política”. Por Cristian Sanz