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Quilmes y La Matanza, los distritos del Conurbano más elegidos por los narcos

  Registran la mayor cantidad de búnkeres derribados en los últimos 18 meses. Son "quioscos de paco" que funcionan con el mismo estilo de la banda rosarina Los Monos. Eligen los lugares más vulnerables para garantizarse que los vecinos trabajen dentro de la organización.

  • 23/08/2017 • 00:01

Quilmes y La Matanza son los distritos del Conurbano más elegidos por las mafias narco para instalar búnkeres de droga, ya que en los últimos 18 meses fueron desbaratados 16 “kioscos de paco” que funcionaban con el inconfundible sello de la banda rosarina conocida como Los Monos.

Según datos difundidos por el Ministerio de Seguridad bonaerense, en lo que va del año fueron derribadas la misma cantidad de bases narco que durante todo el año pasado.

Quilmes y La Matanza son los municipios en los que se detectó la mayor cantidad de “kioscos narcos” en el último año y medio, con ocho búnkeres derribados en cada uno. De acuerdo con dicha información, en 2016 la Policía Bonaerense identificó seis refugios en Quilmes, dos en La Matanza y dos en Lanús, y uno en los partidos de Lomas de Zamora, Tigre, Morón, Tres de Febrero, Esteban Echeverría y General Pueyrredón. Este año derribaron seis búnkeres en La Matanza, tres en Lanús, dos en Quilmes y uno en Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Morón.

Lo distintivo de estos antros es que funcionan con el mismo estilo que impusieron Los Monos en Rosario. Principalmente, buscan evitar el contacto entre el vendedor y el consumidor, objetivo que logran al montar una precaria estructura, muchas veces blindada, con un pequeño boquete por el cual realizan la entrega de los estupefacientes. Otra de las características es que captan a menores de edad (soldaditos) y mujeres para realizar distintas tareas, como custodia, seguridad o distribución.

Isabel Vázquez, de la línea fundadora de Madres contra el Paco y por la Vida, consideró que los narcos “estudian los territorios” y eligen “los lugares más vulnerables” para desarrollar sus negocios. “Donde hay pobreza, se aseguran que los vecinos trabajen para ellos. Es un terreno fértil. Muchas madres lo hacen para darle de comer a sus hijos. Los pibes de las villas no consiguen trabajo y caen con ellos. Cada vez hay más pobreza”, explicó la referente.

Fuente: DyN