Un hombre le pidió expresamente a la Justicia catamarqueña una restricción perimetral y que excluya de su hogar a su hijo de 22 años con problemas de adicción. Tras una discusión doméstica con su papá el joven prendió fuego la vivienda familiar por tercera vez. El episodio ocurrió el pasado viernes por la mañana en una casa del barrio Los Eucaliptos, en la zona norte de la capital catamarqueña. Según los vecinos y fuentes policiales, todo comenzó alrededor de las 6 de la mañana cuando José Luis Véliz, de 22 años, regresó a su casa tras presenciar el recital de Ulises Bueno, en un boliche de Fray Mamerto Esquiú. Llegó a su hogar presuntamente alcoholizado y bajo efectos de estupefacientes, el joven comenzó a reclamar a su padre porque se había negado a darle más dinero para seguir tomando. El joven comenzó a insultar a su padre y a su hermano mayor, por lo que el hombre lo habría golpeado con una pala en la cabeza, lo que le provocó un corte en el cuero cabelludo. Ya fuera de sí, el joven se fue de la casa y tras buscar un bidón con nafta provocó el incendio en la habitación de su padre. Las llamas se propagaron rápidamente por otros sectores de la vivienda, y la cocina y el comedor también se vieron envueltos en fuego. Los vecinos dieron aviso a la Policía y a los Bomberos por lo que una dotación se ocupó de sofocar las llamas, en tanto que el joven fue llevado en ambulancia hasta el Hospital San Juan Bautista, en donde se le realizaron los primeros auxilios y posteriormente quedó alojado en la comisaría seccional Cuarta. El caso fue puesto en conocimiento de la fiscal de instrucción en turno, Myrian López, y fuentes ligadas a la causa le expresaron al diario El Ancasti que en horas del mediodía la familia radicó la denuncia por el incendio en la Unidad Judicial número 4. Además, el padre del joven solicitó que la Justicia intervenga en el caso y pidió la exclusión del hogar de sus dos hijos varones, ya que ambos tienen problemas de adicción. Véliz, quien es conocido como "Flaqui", fue condenado el 27 de junio a la pena de un año y medio de prisión en suspenso en un juicio desarrollado en la Cámara Penal N° 3. Véliz había robado una gorra y había amenazado al dueño.